domingo, 18 de mayo de 2008

"Las Bolsas"

La Falta revolucionaria, la disciplina violada en extrema condición asumida, es fortalecida por la excusa pequeño burguesa (pequebú), que sigue sobrevolando desde hace años atroz de traiciones, especulación, globalización y neoliberalismo esponja.
Menem estuvo preso durante el genocidio, su madre murió mientras él estaba preso y los milicos no lo dejaron ir al velorio.
Menem los indulta definitivamente... conciliando la Argentina arbitraria de los supuestos dos demonios.
Miles de personas repudiaron esta sanción, que a su vez fue avalada por dirigentes de la cúpula Montonera, grandes traidores que ocuparon cargos en los 10 años de mandanto inescrupuloso y de vaciamiento político, cultural y social, que condenaron a muerte por desertores y traicionaron a grandes intelectuales y valores de la Argentina.
Los dirigentes indultados, de la izquierda Peronista, caminaron como si nada por estrados, congresos, jactando un mea culpa, y la estúpida conciliación con payasos como Neustadt, Grondona y demás adefecios dinosaurios que siempre escribieron para los grades sectores oligárquicos del país y sus Fuerzas Armadas.
Las Madres siguieron con las rondas buscando sus hijos, y a los hijos de sus hijos.
Ni hablar de la derecha sindical, la burocracia que vende los derechos de los trabajadores, ahora, ayer y siempre, estos burócratas que asesinaban con el aval de la Patria Peronista, en contra de la Socialista.
Ni me da espacio mencionar, la traición dinamitada en pequeñas simetrías por la mayor parte de la sociedad ansiosa de progreso, seguridad, mano dura, tecnología, viajes y plata fácil, cómplice de ver caer tras un mundial, tras dos mundiales la sangre de sus hermanos que luchaban por el bien de toda una sociedad.
Muchos artistas han desatado su fiebre en gobiernos de turno, cómplices de la atrocidad ejecutada, tanto en el Alfonsinismo, Menemismo y el Delarruismo.
Hoy muchos de ellos cambian sus caretas de turno, avejentada, pero firme en cada ocasión de ponerla por si acaso,total en cuatro años nadie se acuerda.
El envenenamiento de la militancia, ese repudio llamado miedo, que nos deja absortos de creación, imaginación, valores y compromisos, es el grueso plan que lleva a cabo desde hace años, largos, por no decir décadas, los títeres del sistema.
Desmemoriados, injustos, escépticos sin fundamentos, cómplices, y totalmente limitados a disfrutar la vida y a morir por la vida.
Tantos son los casos que rompen con la disciplina revolucionaria que me vería avasallado a la traición inmoral por cada ejemplo que cite.
Cada uno sabe cuánto de tortuoso hay en cada ser, y cada uno sabe cuánto arriesgó y cuánto considere hoy, la lucha por replantar los arboles caídos.
La raíz firme sigue allí, quizás haya que desenterrar un poco para llorar y luego caminar entre los velos desiertos de la equidad, el equilibrio y las posibilidades que cada hombre debe tener para ser libre, autónomo y solidario.
No estaban equivocados, desde casa, la raíz la estamos curando para que crezca sin fin.

viernes, 9 de mayo de 2008

"Apuntes sobre Mayo"

Hoy es Mayo.
Es que somos el claustro encerrado, los hijos del Cordobazo, los hijos de Nanterre, los que nos subimos metafísicamente a la Sorbona, desdeñando cada pedazo de cielo, asomando las cabezas sin miedo al garrote, que pueda "acomodarnos" las ideas, revisionando, rememorando el color más brutal del blanco y negro que es tan lejano.
40 años que no fueron más que adoquines abandonados en las calles.
40 años viendo pasar la muerte
40 años de mártires
40 años de sangre
Años.
La gota inconclusa del eufemismo partidario
La palabra más fácil y fértil de pronunciar, pero más difícil de ejecutar.
Revolución.
Cuánto faltó para derrotar la burguesía y la oligarquía que aun hoy sigue sometiendo a los pueblos, que alienados por diferentes modas se opacan y se esconden detrás de vitreaux.
Cuándo se romperá el cristal?
Cuándo dejarán las conjeturas de ser vanas e irreales utopías, para convertirse en un camino preciso regado de respuestas?
Cuándo la vanguardia juvenil hará valer sus ideas, fortalecer su cultura, explorar, caminar su historia?
Pensar los errores, conmemorar y despertar del letargo de tantos años de impotencia y comodidad absurda.
Cuándo comeremos en la misma mesa?
Cuándo podremos no derrotarnos por no lograr la equidad que tanto buscamos, que tanto anhelamos.
Los jóvenes de hoy, debemos forjar nuestra identidad, recuperar la simbología que muchos han dejado en los cordones, en las baldosas, en los pupitres, en los campos, los ríos, los charcos, las villas.
Ahí debemos estar y provocar el cambio.
La revolución cultural, plasmandola en este contexto, tiempo y espacio, cada sensación, cada autor, cada versatilidad e identidad que han sido robadas por fuerzas del Imperio, con el mero propósito de negarnos un continente fuerte, nuestro, preciso y clave para el desarrollo y la apertura Latinoamericana.
Movilizar, amar, hacer, crear, soñar, imaginar.
Las armas son letales desde cualquier punto cuando el fundamento es nulamente ocasional, sino pensado, proyectado y ejercido desde el campo teórico para levantar la cabeza, y decir de una vez por todas: NO a las formas preestablecidas, No a la impunidad, a los cambios de caretas, a los viejos asesinos culturales, No a los neutros, No a la degradación cultural.
Sí a la creación, a los viejos sueños, a las alcobas bastardas, a los hijos que parieron a sus padres y la nostalgia romántica para aportar del plano de sensibilidad el credo oportuno y sostenible para fortalecernos y no dejarnos caer.
La juventud no debe abocarse a caer ni aburguesarse con el tiempo. Sino que debe tender a fortalecerse y disciplinarse para concretar cada uno de sus sueños.
Sin ayer, hoy nos es nulo, y la nulidad conlleva a no entender el mañana.
Lo dijo Rodolfo Walsh: "el intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país, es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, y no en la historia viva de su tierra".
Las balas llegan a quienes dicen la verdad popular.
La historia no la deben escribir los asesinos.
Hoy debemos comprender nuestra realidad, con los muertos del pasados, con lo que no pudo ser, para levantar la bandera que tanta sangre ha costado en los años más febriles y revolucionarios que han quedado atrás cronológicamente pero presentes en cada uno de los que gritan a viva voz, por la Libertad y una Patria Libre y Soberana.