martes, 14 de agosto de 2007

"Secuela de Hiroshima Mon Amour"

Hacer quizas un analisis sobre lo suspicaz del momento clave en que se pasa a la eternidad es osado.
Se pasa a la eternidad como en un segundo la flor deja de serlo.
Ayer me preguntabas como es eso de la perdida de escencia, de que la ciencia al dar explicaciones cae en el trofeo absurdo de que todo debe ser explicado correctamente sin ninguna apreciacion de lo escencial.
La flor es igual, a medida que sus petalos recaen, que se ven arrancados, todo su desarraigo, la impotencia de la impunidad, digamos que ya no es flor, sino un simple tronco verde.
Sigue estando de pie,
Pero... de que sirve estar estancando esperando cumplir el objetivo del aburrimiento soez.
De que sirve saber que el rocio tan solo avanza sin saber palparlo, sin poder apreciar como se desenvuelve la gota minuscula que se creo del aire sin preguntar.
EL rocio entero penetrando el pétalo efusivo,
Soñador, desmembrado, alucinando en diferentes salas su modo de ver.
Nunca me pregunte desde cuando todo habia empezado a cambiar.
Nunca supe si algo cambió.
Nunca me pregunte porque me desespero al tener un ataque de inspiracion.
Nunca sabre de donde caen esas escabrosas guirnaldas que adornan mi pelo, sin dejar de salir nada de lo que puedo llegar a decir.
Siempre voy a entender que el tiempo es vacio, que las comarcas suelen abusar del respiro y su color, que la muerte habita lentamente en cada segundo que da el espacio, regalado, sobre el asfalto, la neblina de madrugada y las cintas que se queman en el viejo proyector.
Tanto ardor que la flor siente al ser destruida es valido para que su tronco siga manteniendo sus lagrimas apretadas.
Los ensayos espontaneos, la mirada destructiva y su candor.
Los objetos tienen precio, las personas que tienen precio.
Cuando veo las peliculas en blanco y negro y me enamoro del aire que jamas tendre, me siento libremente en una prision autonoma que todo lo que fue es eterno.
El segundo atento de recien, fue eterno, mi voz eterna, los pedazos minusculos infames tambien reculan en la parada del cimiento.
Como volver al principio del concepto? Como hallarme sin dejar rastro alguno?.
Porque en definitiva( miento un poco sobre esto, en definitiva es ahora y nada mas ya que la sed sigue flotando entre mis dedos) el silencio cobija las palabras, y como sacarte??
Como?
Siempre pregunto porque a todo, y no se porque justamente, siempre quiero saber todo aunque mas duela , siempre me embriago con la luz, y tengo precisa ausencia de lo que noto y no.
Una palabra basta para desbordar el lagrimal, un mirada, un gesto al tacto, la mudez de lo que no se quiere decir.
Todo lo que me queda por decir, todo lo que aguanto para estallar lentamente o en madrugadas que ansioso espero en el almanaque.
Jamas tuve uno, todos eran olvidados como los relojes.
Lo que no tendre porque el tiempo ( que a su vez es vacio) no dejara que llegue hacerlo.
La inmortalidad, la estupidez hibrida de los sentidos, el gusto del amor, que no es amor es franqueza, y las palabras que tienen nombres, y a veces no.
La fuerza total del abandono, el revisionismo por las cuestiones estructurales,
La condolencia de la ideologia, lo que pudiesemos haber sido, lo que queremos ser.
La verborragia del canto, los cuentos, las calles.
El amague de la traicion, la traicion en cadenas, el himno que miente al hablar de oid, de rotas cadenas, esa pasion absoluta, esa imaginacion del mesias.
La muerte que hace olvidar toda concepcion.
Tu color que me salva por lo menos una noche inmortal, eterna, pero luego despierta volvemos a la infita tristeza que sucumbe el brillo primaveral.
Y seguir rodando y cansandonos de todo, como si fueramos soldados presos del regimen total.
La diferencia entre lo nuestro y lo que erramos, el esceptisismo al no querer, y poder soñar.
Lo que le darias a tus hijos, tanto mas que una falsa libertad, como decirle que no sueñe que nada podra cambiar?.
Los aires con su olor a decadas y las fotos viejas amarillas que tan solo suenan a museo.
La especulacion de los colores y su hambre demoniaco.
El diablo se halla en el cielo, y eso me pone feliz, porque no tengo mas porque rezar.
No tengo mas que sentir lejos a toda felicidad austera.
La cancion perfecta que nunca palpare mas que otra vez repetidamente es el momento en que todos los cuerpos brillantes pasan a la eternidad.
Y esa voz..esa voz..siempre retumando para no dejarme en paz.

4 comentarios:

Ezequiel Wolf dijo...

Sí, comentando. La experiencia y la fiebre, la necesidad de ver al diablo con labios de mujer, la justeza de la soledad, quizás sea ése el motivo, el secreto que todos llevan bajo su lengua y cada tanto saborean con soltura mirando al cielo, respirándose, esperando tan sólo es instante para poder ahí darse cuenta

Caro Moreno dijo...

no me interesa a veces lo eterno, pero quizás creo que es lo único que tengo, no quiero estancarme en algoq eu pasó, pero es muchas veces algo trágico.
me quedo con ser.
siempre.


nada tiene que ver con nada.
nada existe entonces.

Chocolate y Canela dijo...

No sabía que nacerían nuevas hojas para hacerle compañía en la primavera. Así que el árbol lloró hasta congelar sus ramas. Y mientras los pajaros volaban por encima de él, ignorándolo, gritó sordamente para sacar sus raíces de la tierra y caminar. ¿Quién hubiera dicho
que fuese mortal?

Anónimo dijo...

...yo jamás dudé que la primavera diera nuevas hojas...