Después del incidente Marco decidió irse de
Para peor de todo Flor dejo de llamarlo, lo prohibido la excitaba, la enamoraba, el ya no tenia aura.
Se marchito en su espacio durante esos meses que siguieron.
Helena estaba triste, asexuada, confundida e inconforme, pero en el fondo sabia que nunca había fallado a lo que sentía, y claro, creía cada vez mas en su intuición femenina.
El invierno iba a pasar, pero todo chocaba de manera imprudente, todo la golpeaba, se sentía frágil, vulnerable.
Había adelgazado, vuelto a fumar y se encontraba hostil.
No era por Marco, era por todo, los empedrados divisaron sus ojos, lloraba por las noches, no sonreía, estaba ciega a dos metros del sol.
Pero a pesar de tanto dolor, tanta mierda, tanta decepción, poco a poco fue encontrando su lugar.
De un dia para otro, la llamaron para actuar en una obra de teatro.
Suspiro.
Al fin.
Comenzó a reconocerse de nuevo, a reencontrar su fuerza, sus ganas, su luz.
En la obra trabajaba dia y noche, estaba entusiasmada.
Volvió a la militancia, a matear con sus compañeros, a luchar, a debatir, a reír.
Voz imponente, asambleas vacías, pero en sus ojos se veía la fuerza que había empujado
nuevamente, brotada de despojos del tiempo.
Helena era Helena.
Siempre lo había sido, por más pedido de ausencia que haya tenido.
Hoy estaba aquí.
Saludando por la ventana.
Guiñándole sus ojos al sol.
La obra giro y giro, la gente salía asombrada de las funciones, hablaban cuchicheando de esa chica dulce que tenia el papel secundario, voluptuosa, encendida, desgranando cada una de sus palabras.
Imponente
Admirada.
Más funciones, más aplausos.
De Marco nunca supo nada, a pesar de mancarse las preguntas de sus compañeros y los murmullos en los baños o cuando la pasaban las pendejas más nuevas de alguna carrera.
Ignoró.
Su paz se basaba en la soledad.
Tranquilidad.
La obra despego tanto que le ofrecieron llevar todo el grupo de teatro y hacerla en Sur Argentino, durante todo el mes de Diciembre.
Estaba como loca, feliz, acepto.
Dejo los finales para Marzo, y se dedico a lleno al teatro.
Perfecta para deslumbrar
Hermosa
Sensual”
Todos la querían, compañera.
Endulzada en su perfume sepia.
Idónea, calma, voraz.
Tenía un sequito de caras en la calle, unos cientos de ojos a sus espaldas.
Resplandor.
1 comentario:
Se puede hacer y mirar el sol pero nada se entrega. Otra vez la búsuqeda de algo nuevo. El frío arremete a los cuerpos abriertos, y su escarcha hambrienta busca ocuparte y desarmarte así. Es en ese momento que la llama viva y eterna, el fuego interior resucita y se codea contra el miedo y el hielo. Todos saben que el invierno gestará las semillas para la primavera. Todos saben que el otoño es una pantalla. Todos quieren el nacimiento de una nueva flor. Habría que verlo. Quizás después de todo sea solamente eso ¿no? Pesadillas y regresión en la búsqueda de la nada misma. Fuerza centrípeta. ¿Dónde verlo sino en el sueño? Las facultades endurecen la laxidad de movimiento.
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